Comparte

En la conocida como “ruta de las kasbahs”, a unos 25 km de Boumalne, en el valle del Dades también conocido por El Valle de las Rosas se encuentra Kelaât M’Gouna, origen de muchas de las rutas hacia el Gran Atlas y capital de la rosa.

Cuenta la leyenda que los famosos rosales damasquinos de la zona son originarios de la Meca semillas que por azar dejó al pasar alguna caravana. Tradicionalmente la rosa es un símbolo de hospitalidad y en algunas zonas es costumbre regalarla a los comensales antes y después de comer.

El cultivo se reparte principalmente en dos zonas: una empieza unos 10 km antes de Kelaat M’Gouna y se extiende otros 10 km hasta los alrededores de Boumalne Dades; la otra zona, quizás la más importante, comienza en Kelaat M’Gouna y se extiende a través de la carretera comarcal que sube hacia el norte hasta Bou Tharar y el oasis que se extiende a sus pies. En total unos 30 kilómetros de cultivo de rosas a lo largo del ouadi (curso seco o estacional de agua).

Ouadi es un curso seco o estacional de agua.

Antes de entrar en ell valle recomendamos subir al mirador junto al hotel Kasbah Itran. Desde allí podrás contemplarlo en toda su magnitud, apreciar el contraste de colores y las kasbahs esparcidas por todo el paisaje.

Los campos están divididos en pequeñas parcelas donde se practica una agricultura de subsistencia basada en los cereales y los árboles frutales. Estas parcelas están separadas por rosales salvajes, que protegen los cultivos de los animales furtivos. Además están rodeados de una estupenda red de canalizaciones para regadío.

Las rosas

Valle de las rosas

Por la mañana, con la salida del sol, las mujeres comienzan a recoger los primeros capullos abiertos guardándolos en sacos de algodón o yute. Es muy importante cortarlas a primera hora de la mañana o al final del día, puesto que el sol intenso disminuye el olor de las rosas.

Todo lo recogido se lleva a las kasbahs donde se hace una primera selección para después poner los capullos a secar en los tejados al menos dos días. A continuación pasarán a habitaciones muy ventiladas durante 1 mes aproximadamente. La altitud y el clima seco evitarán que se pudran.

Una vez secas, las rosas se utilizan para hacer ambientadores pues para la famosa agua de rosas se tienen que destilar frescas. No te será difícil ver el proceso completo en alguna de las muchas destilerías. También se extrae concentrado de rosa para perfumes de calidad y aceite esencial. 

Son necesarias siete toneladas de flores frescas para sólo un litro de esencia de rosas.

La mayor parte del agua y el aceite de rosas se exporta. Grandes empresas lo necesitan para la fabricación de jabones, cosméticos y perfumes. En la zona el agua se usa sobre todo para la repostería y  para realizar las abluciones puesto que la rosa es considerada un símbolo de pureza.

Las rosas son la principal fuente de ingresos de la región. Durante el período de floración que tiene lugar entre el 10 de abril y el 20 de mayo todo el pueblo se vuelca en su recolección.

El Valle de las Rosas: Ferias y fiestas

Una vez a la semana en Kelaat M’Gouna se celebra el mercado más importante de la zona. Agricultores, artesanos y comerciantes de la región acuden para vender sus productos. Los precios aquí suelen ser más económicos que en los comercios del pueblo.

Normalmente el segundo fin de semana de mayo, durante dos días, se celebra la Fiesta de la Rosa o Moussem de las Rosas. Durante la fiesta hay diferentes actividades, bailes y conciertos. También se elige la Miss de las Rosas que desfilará en una carroza decorada.

El Valle de las Rosas: explora la zona

El Valle de las Rosas tiene una situación privilegiada ya que está en la intersección de las rutas más importantes del sur de Marruecos, la del desierto de Merzouga, la del valle del Draa hacia Zagora y la del Jbel Saghro, es decir, está justo entre el Alto Atlas y el desierto del Sáhara.

Desde esta zona pueden hacerse muchas excursiones con salida por ejemplo en Hadida o Bou Tharar para ir hasta la cima del Ighil M’Goun, las gargantas de Agouti, las gargantas de Aitmrou o hasta las más conocidas del Dades y del Todra.

A lo largo de la ruta que une Kelaat M’Gouna y Bou Tharar abundan las kasbahs convertidas en alojamientos. Casi todas están al borde del rio M’Goun o en los acantilados por lo que se podrás disfrutar de magníficas vistas.

Asegúrate de leer este artículo si decides viajar.