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Los avistamientos de ballenas son uno de los espectáculos más impresionantes que nos ofrecen seres vivos en plena naturaleza. Son muchos los lugares en los que se pueden ver en su habitat natural tanto en los lugares que residen habitualmente como en su viaje a lugares más cálidos o más fríos según las estaciones. Hay dos tipos de avistamientos, desde tierra y desde el agua, estos últimos hechos por empresas turísticas controladas por los respectivos gobiernos para asegurar no solo la seguridad de los clientes sino y sobre todo para no alterar el comportamiento de las ballenas y no generar impacto ambiental. Los guí­as unas veces antes de salir y otras en el mismo barco, informan de las normas o incluso leyes que se han de cumplir para que esto sea así­. Las especies de ballenas más abundantes, aunque algunas están en peligro de extinción, son las siguientes:

1-Las ballenas piloto (Globicephala macrorhynchus) pertenecen a la familia de los delfines. Esta especie es fácilmente reconocible por su aleta dorsal negra arqueada y su manera de desplazarse en la superficie.

2-La ballena azul o rorcual azul, que llega a medir 30 m y a pesar 140 toneladas, es el mayor ser vivo sobre la tierra de una subespecie (Balaenoptera musculus musculus) que es parecida a el rorcual común (20 m.), con la que se la confunde habitualmente, que aunque es de tamaño y características físicas parecida, se diferencian porque la azul es de un color de piel gris oscuro o negro y su vientre la mayoría de veces tiene un color grisáceo o amarillento por un tipo de algas que se adhieren a él.

3-Las ballenas jorobadas (15 mts) son las que hacen más las delicias de los turistas por sus saltos fuera del agua.

4-La ballena franca austral (Eubalaena Australis) recibe ese nombre por lo fácil que era cazarlas; llega a medir 15 metros de largo y a pesar entre 40 y 45 toneladas.

5-El cachalote (Physyter macrocephalus) es el más grande de la familia de las ballenas dentadas, tiene entre 18 y 25 dientes) y la que se sumerge a mayor profundidad para capturar su alimento (1.500 metros de profundidad)

Avistamiento de ballenas

Hemos hecho una selección de los mejores lugares para avistar ballenas.

1. Islas Canarias La zona de las Islas Canarias es una de las más ricas en cetáceos del mundo; se han observado más de veinte especies entre las que viven allí­ todo el año y las que están de paso, ya que es la ruta que utilizan muchos de estos animales que viven en zonas frías cuando van a aparearse y reproducirse en aguas más cálidas. Existen dos poblaciones residentes de unas 300 ballenas a menos de 3 millas de la costa y muchas veces es fácil verlas desde las mismas playas, lo que hace las delicias de los bañistas y visitantes. Las ballenas piloto, unas de las residentes, aunque se pueden ven en los alrededores de todas las islas, el mejor sitio para divisarlas es en el canal que separa las islas de Tenerife y La Gomera, donde viven los calamares y pulpos gigantes de los que se alimentan. Hay excursiones en barco para hacer avistamientos pero existe un gran control para que no se las pueda molestar y aunque está prohibido acercarse a menos de 60 mts., muchas veces son ellas las que se acercan a a los barcos pues ya están acostumbradas a la presencia humana y a los barcos. La ballena piloto, delfines, cachalotes, orcas y falsas orcas son los cetáceos que más se pueden ver en esta zona.

2. Islas Azores En las Islas Azores, igual que en las Canarias, además de las especies que viven allí habitualmente, como varios tipos de pequeños delfines y los cachalotes, se pueden ver las que están de paso hacia lugares más cálidos, ya que las islas se encuentran en una vía de migración como la ballena azul, que se ve a finales del invierno y las ballenas barbadas, cachalotes y rorcuales norteños, en verano. Para los que no les guste navegar, existe la posibilidad de ver las ballenas en diferentes puntos de las islas donde están las torres vigí­as que se utilizaban antes para avisar a los pescadores donde estaban las ballenas para cazarlas. Actualmente se utilizan pero para avisar a los barcos que llevan a los turistas. Las vistas que se tienen desde estos lugares es maravillosa. En la época en que se cazaban las ballenas, Faial, S. Jorge y Pico, formaban el llamado triángulo pues se disputaban las carreras de los balleneros para ver quién llegaba primero al lugar donde se avistaban, aunque siempre solí­an ganarla los pescadores de S. Jorge o de Pico. Pico es la isla de más tradición ballenera y la última que dejó de cazar ballenas, en los años 80; en 1987 se cazó el último cachalote. Actualmente muchos de los antiguos pescadores se dedican al avistamiento o de guías en los barcos de turistas a los que suelen contarle las historias que les ocurrían durante la caza. En Pico se encuentran varios museos dedicados a este tema entre los que destacan el Museo de los Balleneros que cuenta como era la vida en la isla cuando se dedicaban a la caza de la ballena y el Museo de la Industria Ballenera, considerado internacionalmente. El cachalote es la especie que más abunda en las Islas Azores, principalmente en la isla Pico; miden como máximo unos 20 metros y se sumergen para coger su comida hasta 1600 mts Las ballenas piloto se suelen ver en las Azores en grupos de 50 animales o más viajando entre las islas de Faial, Sáo Jorge y Pico. Durante agosto y septiembre principalmente aparecen las falsas orcas (Pseudorca crassidens) que seguramente se acercan a Pico para cazar atunes de aleta amarilla, de gran tamaño en esta agua llegando a pesar hasta 500 kgs.  

3. Hermanus, Ciudad del Cabo A lo largo de la costa de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, se pueden ver las ballenas que emigran todos los años desde las frías aguas del Ártico a las cálidas de Sudáfrica, principalmente la ballena franca austral que puede medir hasta 15 metros de largo y pesa entre 40 y 45 toneladas. La temporada para ver ballenas va de junio a finales de noviembre y es en este mes cuando ya han tenido a sus crías y se acercan más a la costa. En los alrededores de Ciudad del Cabo se pueden ver tanto haciendo excursiones con barco como desde tierra pero el mejor lugar para avistamientos es la pequeña ciudad turística de Hermanus, a unos 90 kilómetros, hora y media en coche de Ciudad del Cabo, y algunos puntos de la carretera que lleva a ella, incluso la carretera misma donde se encuentran varios miradores hechos para eso con espacios a cada pocos kms para estacionar el coche. No hay que olvidar llevar prismáticos. Yendo a Hermanus pasaremos por False Bay; aquí­ la mejor época para verlas va de mediados de agosto hasta aproximadamente mediados de octubre. A mitad de camino entre Ciudad del Cabo y Hermanus encontramos Gordon s Bay, un pintoresco pueblecito con preciosas playas. Los mejores meses para ver las ballenas son de julio a septiembre. También tiene un gran mirador. Hermanus es un pueblo turístico y es uno de los mejores lugares para observar a las ballenas Southern Rigth desde tierra en los miradores que hay a lo largo de un sendero, al lado de los acantilados, a veces a unos 10 metros de la orilla pues pasan por allí para ir a dar a luz en Walter Bay. En el camino hay paneles explicando como son las ballenas y sus características, formas de verlas, etc Naturalmente, se ofrecen excursiones en barco para ver las ballenas aún más cerca.

4. Glacier Bay (Alaska) El mejor sitio para avistamiento de ballenas en Alaska es en el parque Nacional y Reserva Glacier Bey, situado entre el Golfo de Alaska y Canadá en la costa sureste de Alaska. Este parque cuyas costas están bañadas por el Pací­fico, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986. Desde finales de marzo hasta mediados de mayo pasan por allí cuando migran a aguas más cálidas para alimentarse y parearse unas 20.000 ballenas grises y en verano las ballenas jorobadas, las minke y las orcas, que residen habitualmente en Glaciar Bay. También viven leones marinos de Steller (en peligro de extinción), nutrias marinas, marsopas y focas de puerto. Las ballenas minke prefieren las aguas frías y más que la mayoría de las ballenas y su dieta principal la componen el bacalao y el abadejo. Las ballenas jorobadas son las que más llaman la atención por sus saltos fuera del agua y es fácil verlas en todos los océanos aunque están en peligro de extinción.

5. Charlevoix (Canadá) A 60 km al este de Québec, se encuentra la ciudad de Charlevoix, cercana a la desembocadura del rí­o San Lorenzo en el fiordo de Saguenay, lugar ideal para hacer excursiones para avistar ballenas ya que llegan a miles a la costa para alimentarse; la corriente fría del Labrador oxigena el agua y favorece la proliferación de crustáceos y de los pequeños peces de que se alimentan. En esta zona, donde se encuentra el Parque Marino de Saguenay-Saint Laurent, hay 13 especies de mamíferos marinos de los que destacan las siguientes ballenas: el rorcual azul y el rorcual común un poco más pequeña (20 m.), la ballena jorobada (15 mts), conocida por sus grandes saltos, y el rorcual aliblanco . También se pueden ver las belugas , que son pequeñas ballenas árticas en vías de extinción y que viven todo el año en el San Lorenzo; se calcula que son unas 1.000. También se pueden ver marsopas y delfines . Son muchas las empresas turí­sticas que ofrecen desde mayo hasta octubre excursiones diarias en diversos tipos de embarcaciones para avistar ballenas. Los guí­as en los cruceros proporcionan información sobre las ballenas y su hábitat y siempre todo ello cuidando el medio ambiente y sin molestar a los animales. Hay un folleto con el reglamento para las observaciones en la mar que se encuentra en los puntos de información turística. También es posible ver las ballenas desde la orilla ya que el rí­o es muy profundo y permite que se acerquen a la costa.

6. Patagonia argentina: Península Valdés El mejor lugar en Argentina para los avistamientos de ballenas y demás animales marinos se encuentra en la Patagonia, en la Península de Valdés , declarada por la UNESCO, Patrimonio Natural de la Humanidad . Está situada en la provincia del Chubut, en el Océano Atlántico, y forma el Golfo Nuevo y el Golfo San José; tiene 4.000 km2 y sus costas son muy variadas teniendo tanto playas como acantilados donde existen reservas de animales marinos únicas en el mundo: ballenas y delfines, elefantes y lobos marinos, pingüinos (la mayor colonia continental de pingüinos de Magallanes) y una gran variedad de aves y fauna terrestre. Las ballenas se reúnen en las aguas de la Peninsula de Valdes para reproducirse y tener sus crías; lo que permite verlas es precisamente los rituales que hacen para la reproducción . Los mejores meses para el avistamiento son septiembre y octubre pero la temporada se extiende desde junio hasta diciembre. Las empresas que realizan las excursiones están debidamente autorizadas y deben tomar todas las precauciones necesarias para no alterar el comportamiento de las ballenas ni generar impacto ambiental; es por eso que las ballenas permiten que las embarcaciones se arrimen lo suficiente para observarlas y se mueven con total tranquilidad y confianza, llegando a pasar por debajo de las embarcaciones desde las que se las puede ver y fotografiar dado la transparencia de las aguas. La ciudad más cercana para alojarse es Puerto Madryn, famosa por sus playas y por su proximidad a la pení­nsula; en la El Doradillo, a unos 15 km de la ciudad, se acercan tanto a la costa que es posible verlas sin ni siquiera embarcar. La ballena que viene a estos lugares es la ballena franca austral, que llega a medir 15 metros de largo y a pesar entre 40 y 45 toneladas. Es una especie protegida. Puerto Pirámides es el único lugar poblado y de allí salen las excursiones para el avistamiento de ballenas que comienzan embarcando y bordeando la costa para ver las colonias de aves que allí viven (pingüinos, gaviotas, gaviotines y cormoranes). En La Loberí­a, perpendicular a Puerto Pirámides, se hace una parada para ver las ballenas que viven allí que se calcula que son alrededor de 2000; posteriormente se navega unas dos millas al interior y se paran los motores esperando que aparezcan las ballenas acompañadas normalmente de los delfines.

7. Maui (Hawai) Las ballenas jorobadas llegan cada año a partir de diciembre hasta marzo a pasar el invierno en las aguas tropicales y poco profundas (300 mts o menos) de Hawaii. La caza comercial de ballenas en Maui alcanzó su punto máximo en 1965 y fue declarado ilegal en 1986; a partir de entonces aumentó el turismo para verlas. Las ballenas viajan desde el Golfo de Alaska más de 3.000 kilómetros hasta Hawaii (3000 kms) en menos de dos meses y su llegada en diciembre avisa de la llegada del buen tiempo. Son unas 3.000 ballenas las que llegan a estas islas a aparearse y dar a luz; una de las cosas más curiosas es que se pueden oír la serenata de las parejas de ballenas jorobadas. Los nativos llaman a las ballenas recién nacidas «kamaainaâ» o nativas y consideran que son «aumakua» (guardianas de la familia).

Para acabar diremos que no hemos nombrado algunos paí­ses donde se realizan importantes avistamientos porque además de tener excursiones para los turistas se dedican a la caza de ballenas (Por ej. Noruega, Dinamarca-Islas Feroe-, Islandia y Japón), algo en lo que estamos en desacuerdo.