Comparte

El té es el símbolo de la hospitalidad marroquí pero hasta mediados del siglo XIX los árabes solían tomar infusión de menta y de ajenjo o absenta. Los ingleses, que buscaban nuevas salidas comerciales para el té, se fijaron en Marruecos y entraron en este mercado por Tánger y Mogador.  El té suavizaba el amargor de las otras infusiones por lo que rápidamente se hizo popular. Actualmente se consume té verde, normalmente de la variedad Gunpowder y Marruecos es uno de los mayores importadores del mundo.

Lo toman en cualquier momento, con la comida o entre horas. Es la forma de recibir al visitante y mostrar hospitalidad o para cerrar cualquier tipo de negocio o transacción. Cuando se ofrece un té, no está bien visto beberlo rápido y marcharse, es todo un acto social.

En cada casa o cada persona tiene su truco para el té pero por lo general esta es la forma de preparación para una tetera mediana de cuatro personas.

Primero calentaremos el agua en hasta que hierva. Después la echamos en una tetera (berrad) que tenemos preparada con el té (dos cucharadas grandes). Ponemos la tetera al fuego y cuando hierva de nuevo la retiramos, añadimos el azúcar primero (dos barras, no se deciros la cantidad exacta porque allí usan azúcar en bloque) y la hierbabuena después. Dejamos reposar unos 5 minutos y ya está listo.

Es importante el orden de las cosas porque si no puede variar bastante el color e intensidad del té o podemos quemar la hierbabuena.

No solo la preparación es importante sino la forma de servirlo, sobre todo si es en una casa. Lo hace normalmente el anfitrión o la persona de más edad. Antes se suele ofrece a los invitados un recipiente con agua, para lavarse las manos. Se llena el vaso y se devuelve a la tetera dos o tres veces para mezclar bien el azúcar y se prueba el punto de azúcar para ver que es correcto.  Luego se echa en el vaso levantando la tetera lo máximo posible para crear espuma, esto potencia el sabor, pero con cuidado de no salpicar. No debemos llenar el vaso del todo ya que como hay que cogerlo por el borde nos quemaríamos. Siempre hay que empezar a servir por la derecha del que sirve. Si está muy caliente se suele beber muy poco a poco y no se considera de mala educación sorber. En invierno y en algunas ocasiones en lugar de la menta o hierbabuena se utilizan otras hierbas, absenta, verbena o hierba luisa. Mientras se está tomando el té, en la tetera las hojas siguen en infusión por lo que el té es un poco más fuerte cada vez. Hay un refrán bereber que dice, “El primer té es suave como la vida, el segundo dulce como el amor y el tercero amargo como la muerte”.

La verdad es que una vez se acostumbra uno no se puede pasar un día sin un “whisky bereber”, como suelen decir de broma. Uno de los pequeños placeres que nos ofrece Marruecos es sentarnos en una terraza en cualquier pueblo, ciudad o camino a ver el tiempo y la gente pasar o admirar el paisaje pero siempre con dulce te a la menta.